“Simplemente estoy feliz de estar viva. Todavía no me siento al cien por cien, me siento un poco débil, pero quiero irme a casa”, ha afirmado, agradeciendo el trato recibido por el personal del hospital Royal Free de Londres.
La enfermera contrajo el ébola cuando trabajaba para la ONG Save the Children en Sierra Leona y fue diagnosticada el pasado 29 de diciembre, cuando viajaba hacia Glasgow a través de Londres. Su temperatura fue comprobada hasta siete veces antes de permitirle coger el avión, y posteriormente cayó enferma.
“Había visto lo que podía pasarme”
“Mis primeros días estaba muy bien, no podía entender todo el alboroto”, ha relatado Cafferkey, que ha reconocido que posteriormente se sintió “aterrorizada”. “Obviamente en el fondo de mi mente recordaba que había visto lo que podría pasarme”, ha afirmado.
Al ser preguntada por si en algún momento sintió que no podría superar el virus, Cafferkey ha reconocido que “hubo un momento” en el que sintió que estaba a punto de “renunciar”. “Me recuerdo claramente diciendo ‘Ya está, he tenido suficiente’”, ha explicado.
Sobre un posible regreso a Sierra Leona, la enfermera ha afirmado que tendría que “pensarlo seriamente”. “Definitivamente voy a dar un respiro a la ayuda humanitaria por un tiempo. Sólo quiero volver a mi trabajo normal, mi vida normal y creo que mi familia también estará muy feliz con ello”, ha subrayado.
Europa Press