Por su parte, la Oficina Regional de la OMS para Europa ha exigido a los responsables políticos, trabajadores sanitarios y padres que se vacune contra el sarampión a todos los grupos de edad en situación de riesgo y así conseguir eliminar la enfermedad de la zona.
En este sentido, el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, no sólo aboga por vacunar a los grupos de riesgo, sino que también resalta la necesidad de que lo hagan los profesionales sanitarios para protegerse a sí mismos y a sus pacientes.
Para la prensa alemana, el sarampión que azota ahora Berlín tiene su origen en Bosnia-Herzegovina y en los exiliados que fueron acogidos por la capital alemana durante la guerra civil de los Balcanes en la década de 1990.
Tras el brote de Alemania, la duda ahora es si podría extenderse a otros países como España. Según los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, España sufrió un brote de sarampión en 2011/2012, lo que en un principio impediría que se volviese a repetir en unos años porque todas las enfermedades infecciosas siguen ciclos epidémicos y es difícil que se dé un rebrote hasta pasado un tiempo. Salvo circunstancias muy excepcionales como catástrofes ambientales, pandemias o falta de vacunas en un país se suele respetar ciertos patrones en los ciclos.
Debate
“Los más de 22.000 infectados en Europa actualmente son una cifra alta, pero no creo que tengamos que alarmarnos en España porque en principio no tendría que haber un brote ahora en nuestro país. Tenemos unas coberturas muy altas de vacunación infantil y esperemos no tener que lamentar nuevos casos de sarampión”, afirma Ana Pedraza, miembro de la Comisión Nacional de Enfermería Pediátrica en el Ministerio de Sanidad, en representación del Consejo General de Enfermería.
La situación actual ha reabierto el debate sobre la vacunación, ya que hay personas que abogan por la libertad individual a la hora de elegir si vacunarse o no, pero otras creen que sería necesario proteger a los grupos de riesgo con una vacunación obligatoria. La proliferación de posturas más naturistas y contrarias a este tipo de vacunas podría terminar afectando a los países europeos que preveían erradicar la enfermedad y ahora están viviendo un aumento de los contagios en el último año.
Vacunación recomendada
“En España la vacunación no es obligatoria, es recomendada y, por eso, el mensaje que debemos transmitir los profesionales sanitarios es que es necesario vacunar a los niños porque están en grave riesgo de sufrir la enfermedad”, explica Pedraza, que apunta que tenemos gente que viene de otros países sin vacunar y los más pequeños están en contacto y pueden contagiarse si no han sido inmunizados previamente. “Cuando tenemos a una población muy bien vacunada actúa como aislante de los niños que no han sido vacunados, pero si en algún momento tuviésemos un brote esporádico, estos serían las personas más débiles y susceptibles de contraer el sarampión”, puntualiza.
El director adjunto de la División de Enfermedades Transmisibles, Seguridad, Salud y Medio Ambiente de la oficina regional de la OMS para Europa, Nedret Emiroglu, ha señalado que la “prioridad ahora es controlar los brotes actuales en todos los países afectados a través de las actividades de inmunización dirigidas a las personas en situación de riesgo”. Asimismo, ha recordado que “todos los países, sin excepción, necesitan mantener una altísima cobertura de vacunación contra el sarampión para que estos brotes no vuelvan a ocurrir”.
“Queda mucho por hacer para erradicar la enfermedad porque estamos viendo que siguen existiendo muchos casos y deberían ser cero. La única manera de conseguir acabar con estos brotes es implantar la vacunación universal porque el sarampión que podría ser una enfermedad benigna para un niño, todavía puede tener serias complicaciones y llegar incluso a la muerte”, subraya Ana Pedraza.
Ángel M. Gregoris