La idea del Equipo de Terapia Intravenosa no es ya un proyecto utópico, es una realidad que esta cambiando el concepto, la necesidad y el propósito. Actualmente existen 40 ETIs en toda España y otros tantos en proyecto. Hace unas semanas tuvo lugar el VI Congreso Nacional ETI, en Zaragoza, en el que se hizo hincapié en la necesidad de implementar el conocimiento enfermero en la implantación y el cuidado del acceso venoso, haciendo de esta práctica un referente enfermero multidisciplinar.
“La enfermería es el garante de la utilización adecuada de ese capital venoso. Creemos que el profesional enfermero es el responsable absoluto del cuidado del acceso venoso”, afirma Carrero. Y es que en el caso de las técnicas de la implantación del Catéter Central de Acceso de Periférico (PICC), cuando el enfermero está entrenado adecuadamente pasa a ser también el responsable, el protagonista de la implantación y de la toma de decisiones. “Considerando que el Acceso Venoso Central del futuro inmediato será la técnica PICC, tanto como catéter de corta y larga duración, esta disciplina y técnica enfermera adquiere gran relevancia, de hecho en los hospitales donde los Equipos de Terapia Intravenosa (ETI) se han implantado adecuadamente los Catéteres Venosos Centrales (CVC) de implantación torácica, han ido disminuyendo paulatinamente siendo esta técnica residual”, relata Carrero.
Avances
A lo largo de la historia estos equipos se han ido abriendo camino en instituciones y hospitales de todo el mundo, siendo el primer referente Houston o el Instituto de Cancerología de México. “La puesta en práctica comenzó en el hospital Ramón y Cajal tras la buena experiencia que tuvimos con el uso de los PICC. Estos catéteres en principio se utilizaban para administrar el tratamiento a domicilio de enfermos como fibrosis quística. Nunca habíamos tenido problemas con ellos. Tras esto, a los pediatras de oncología se les propone probar a poner a los niños –pacientes de esta unidad- utilizar los PICC hasta que se les pusieran sus catéteres tunelizados, Reservorio o Hickman. Poco a poco se iban implantando haciendo seguimiento de todos los catéteres que teníamos en Pediatría para la administración de todo tipo de medicamentos… Y comprobamos que los PICCs son los que menos problemas producen”, resalta esta enfermera. Y es que tras su experiencia como enfermera en el Hospital Universitario Ramón y Cajal pudo constatar el sufrimiento de los niños ante las continuas venopunciones para analíticas y administración de su tratamiento. “Tenemos niños que se curaron en esa época que han visto su anatomía vascular arruinada de por vida de por vida, en cambio los pacientes posteriores, con los que ya se utilizaban los PICC, terminaron su tratamiento con su anatomía vascular intacta”, comenta Carrero.
De hecho, en los hospitales donde se han implementado los ETIs han visto cambiar totalmente el concepto del acceso venoso pasando a ser el paciente y sus necesidades la primera prioridad. Además, la seguridad por parte de la enfermería de contar con un acceso venoso fiable supone un ahorro de recursos humanos y materiales. “La técnica ecoguiada esta permitiendo, hacer implantaciones que anteriormente eran impensables, esto despierta una gran grandes expectativas en los enfermeros, que demanda cada vez más formación”, puntualiza Carrero.
Alicia Almendros