“Es importante que estos pacientes sepan utilizar la música para mejorar su estado de ánimo. No sólo la gente que sufre problemas depresivos se sienten mejor con estas terapias, la música nos puede ser útil a todos”, afirma Alonso.
El trabajo, que se implantará como técnica terapéutica en el Servicio de Psiquiatría del centro, ha puesto de manifiesto cómo el aumento de niveles de endorfinas que provoca la música se relaciona con un crecimiento de la motivación y energía ante la vida, alegría y optimismo, sensación de bienestar y sentimientos de satisfacción.
Alonso ha analizado en los dos años que ha durado la investigación el estado de ánimo de este tipo de pacientes cuando se les somete a distintos tipos de música. “Cuando comenzamos a hacer el estudio, los pacientes lo recibieron muy bien porque era algo novedoso, lo han puesto en práctica en sus casas y la verdad es que están muy contentos”, afirma Alonso.
Ritmo, melodía y armonía
La música utilizada se selecciona en función de los criterios de ritmo, melodía, armonía, tipos de instrumentos y aspectos como la duración, la intensidad, el tono o el timbre. “En el proyecto utilizamos desde clásicos como Vivaldi, Rossini o Debussy hasta música más moderna como David Guetta, Alicia Keys, Hevia o Pharrell Williams”, destaca Alonso.
En esta terapia, la enfermera es la que dirige y lleva toda la intervención. “Somos las que proponemos las diferentes actividades que tienen que realizar porque no sólo consiste en escuchar música, sino también en hacer relajación, dibujar, expresión corporal. Escuchamos sus emociones y sentimientos y los analizamos”, resalta la enfermera residente.
Para Alonso, que ha conseguido el Premio Nacional en el XXXIII Congreso de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (Anesm), sería muy importante que centros de toda España utilicen la musicoterapia dentro de sus programas para mejorar la salud de los pacientes con estado de ánimo depresivo.
Ángel M. Gregoris