Sin embargo, las consecuencias de la instauración de esos cursos de adaptación al Grado van más allá. El Consejo General de Enfermería, de la mano del sindicato SATSE y de otros agentes del sector, denuncia que estas prácticas conducen a una fragmentación y división clara entre los enfermeros diplomados y los graduados, si asumimos que sus competencias son idénticas, tal y como refieren la CNDCUE. Un ejemplo claro se produce en el acceso a la Administración Pública. Para acceder al Grupo A1 del personal funcionario de carrera, tal como recuerda la Conferencia en su Declaración de Madrid, “se exigirá la posesión del título de Grado”. Es decir, que los diplomados verán cercenados sus derechos y sólo podría acceder al Grupo A2. La Mesa de la Profesión Enfermera (Consejo General-SATSE), ya logró en julio del año pasado un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para un acceso universal de los enfermeros al Grupo A1.
El camino emprendido por los representantes del mundo universitario implica paradojas como que enfermeros diplomados que ejercen la docencia están ya formando a los futuros graduados sin tener derecho a acceder al Grupo A1. Además, según el estudio llevado a cabo desde el Consejo, si los 270.000 enfermeros actuales quisieran obtener el título de graduado, con la oferta actual se tardarían 100 años en que todos los enfermeros de España convalidaran su título, lo que el Consejo considera una situación de “explotación y abuso”, califica de “humillación” el hecho de tener que pasar por las aulas para que reconozcan unas competencias ya reconocidas previamente y pagando una cuantiosa suma de dinero por ello.
La situación de hace 35 años
La fragmentación de la profesión entre unos profesionales “de primera” y otros “de segunda” ya fue algo a lo que se enfrentaron los representantes de la enfermería hace 35 años cuando se produjo una situación parecida entre los nuevos “diplomados” y los ATS, algo que acabó en que los enfermeros españoles eran todos “diplomados”.
Sin embargo, la profesión puede sufrir un nuevo revés ante la pasividad de decanos y directores de escuelas universitarias. El Ministerio de Educación ultima un Real Decreto que deja de lado a la Enfermería y beneficia a otras profesiones sanitarias como Medicina, Farmacia, Veterinaria y Odontología. Los decanos de sus facultades han velado por los intereses de sus compañeros y la modificación de la normativa se encamina a que, con los mismos créditos que cursan estas titulaciones reciban el título de nivel de Master. Éste título les da acceso directo a la tesis doctoral sin tener que cursar el máster correspondiente.
El Consejo General de Enfermería y el sindicato mayoritario SATSE han anunciado irán una vez más de la mano para poner fin a cualquier discriminación de los profesionales -entre sí y con otros titulados universitarios- y a que algunas universidades cobren cuantiosas sumas por adaptar la titulación hacia el Grado cuando esos mismos directores y decanos han reconocido públicamente exactas competencias entre los diplomados y los graduados en Enfermería. Las conversaciones con las Autoridades ya se han iniciado de cara a que se produzca un reconocimiento automático del Título de Graduado a todos los diplomados en Enfermería, sin curso de adaptación alguno ni coste económico.
Por su parte, el Consejo han remitido una Circular a los Colegios para que informen a sus colegiados y coordinen las acciones para acabar con esta injusta y reprobable situación.
Redacción