Con la publicación en el Boletín Oficial del Estado “el Gobierno en funciones ha culminado su traición a la profesión enfermera”, señalan en la misiva. Por ello, desde el 24 de diciembre, con la entrada en vigor del Real Decreto, los enfermeros nos podrán realizarse actuaciones “que habitualmente veníamos realizando con medicamentos sujetos a prescripción médica, si no contamos con una prescripción específica del médico para cada paciente”. Como ejemplo ponen cualquier vacuna, utilizar o indicar determinadas pomadas para la realización de curas de heridas o úlceras por presión, o la utilización de todo tipo de heparinas para el mantenimiento de vías periféricas.
Por este motivo, los enfermeros no podrán aceptar órdenes verbales, pues de lo contrario podrán “incurrir en intrusismo profesional con las graves consecuencias que ello puede tener”, quedando excluidas de la cobertura del seguro de responsabilidad civil.
Grave situación
Desde la Mesa de la Profesión Enfermera –que reúne al Consejo General de Enfermería y el sindicato Satse– son “conscientes de que todo esto va a suponer un grave perjuicio para los ciudadanos, los pacientes y el sistema sanitario en su conjunto, pero no podemos poner en riesgo la seguridad jurídica de ningún profesional.
Ante esta grave situación, solicitan el apoyo de todos los profesionales “para todas las acciones de información, presión y movilización”, para que “todos juntos, defendamos nuestra seguridad jurídica y nuestra dignidad como profesión”. En todo caso, y para que los enfermeros cuenten con la “total seguridad y garantía jurídica en el ejercicio de tu actividad profesional”, desde la Mesa de la Profesión Enfermera se han preparado unos escritos para que puedan dirigirlos tanto al gerente como a la dirección de Enfermería del centro.