El virus se transmite por mosquitos de la familia Aedes, principalmente el Aedes aegypti, el mismo que transmite el dengue, el Chikungunya y la fiebre amarilla, y suele causar fiebre, erupciones cutáneas (exantemas) y conjuntivitis, síntomas que duran entre 2 y 7 días. Por el momento, según este organismo de Naciones Unidas, no existe un tratamiento específico o una vacuna para protegerse de estos efectos.
El período de incubación de la enfermedad no está del todo claro, pero los expertos creen que podría tratarse de un par de días y los síntomas son similares a otras infecciones por arbovirus como el dengue. La gran mayoría de los infectados no desarrolla manifestaciones clínicas. Cuando se producen, además de fiebre o conjuntivitis, puede causar erupciones maculopapulares, mialgia, artralgia, malestar general y dolor de cabeza, entre otros síntomas menores que suelen desaparecer de forma espontánea tras un periodo que puede ir de tres a siete días.
Lo que ha disparado las alarmas es el que hecho de que recientemente en Brasil las autoridades locales han observado un aumento de recién nacidos con microcefalia en el noreste del país, coincidiendo con un aumento de las infecciones, por lo que se está estudiando si podría haber alguna relación entre ambos factores. De hecho se están investigando 46 muertes de bebés con microcefalia que posiblemente tengan relación con el virus zoka. Algo que todavía no está confirmado.
Ante esta situación, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha recomendado que las mujeres embarazadas no viajen a 14 países de América Latina, entre ellos, Brasil y Colombia. Mucho más lejos han ido en este último, donde su ministro de Salud, Alejandro Gaviria, ha recomendado a las mujeres colombianas que eviten quedarse embarazadas antes de julio de 2016, “en consideración a la fase en la cual se encuentra la epidemia del virus del zika y el riesgo existente”.
Riesgo bajo en España
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) reconoce que en España el riesgo de detectar la enfermedad por el virus Zika es muy bajo, a pesar de haber mosquitos que pueden transmitirlo por lo que, de registrarse, se trataría de algún caso importado procedente de aquellos países más afectados.
“Es posible pero no es muy probable, porque en todas las enfermedades transmitidas por vectores debe estar el vector -en este caso el mosquito Aedes aegypti– que sí está implantado en toda la costa mediterránea, pero también debe haber personas virémicas, que la sufran y puedan transmitirlo”, ha reconocido a Europa Press José Antonio Pérez Molina, portavoz de esta sociedad científica que trabaja en la Unidad de Medicina tropical del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Ante el incremento de casos en muchos países de Sudamérica este experto no descarta que vayan “goteando” nuevos casos importados. “Otra cosa es que esos casos puedan dar lugar a casos o brotes autóctonos” como ya ha sucedido en Europa con otras enfermedades tropicales, que ha recordado el caso de Chikungunya en Gandía (Valencia) notificado el pasado mes de julio que, no obstante, finalmente resultó ser un falso positivo.
Por ello, anima a los expertos en infecciosas a estar atentos ante cualquier sintomatología que pueda alertar de la presencia del Zika en viajeros procedentes de las zonas afectados para “pedir análisis más específicos” e iniciar el tratamiento lo antes posible.
Se detecta mediante análisis del PCR
La enfermedad puede detectarse mediante un análisis de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, en sus siglas en inglés) y el aislamiento del virus a partir de muestras de sangre. En cambio, el diagnóstico por serología es más difícil ya que puede confundirse con otros virus como el dengue, el del Nilo Occidental o la fiebre amarilla.
En este sentido, la OMS urge también a los países más afectados a mejorar las capacidades de los laboratorios para detectar el virus y acabar con las poblaciones de los mosquitos que actúan como vector de transmisión, ya que representan un “importante factor de riesgo de la infección”.
Gema Romero / Europa Press