Un total de 225 preguntas que responder y para las que han dedicado entre ocho y diez meses de preparación exhaustiva, aunque mucho coinciden que los últimos 40 días son los que marcan la diferencia. “Los dos últimos meses dedicaba todo el día a estudiar, casi desde que me levantaba hasta que me acostaba”, aclara uno de los aspirantes.
A sabiendas de que las asignaturas de mayor peso específico en este tipo de pruebas suele ser enfermería fundamental, maternal, médico quirúrgica o salud pública, los aspirantes a enfermero especialista coindicen en señalar esta prueba como la mejor opción para asegurarse un puesto de trabajo. “Acabamos de terminar la carrera y no tenemos trabajo. Es una forma de asegurarnos un trabajo estable durante dos años”, comentan. “Considero que es necesario especializarse para estar mejor formados a la hora de realizar tu trabajo”, añade otra enfermera a la espera del examen.
Un final no esperado
Miriam Rodríguez, semanas antes del examen, relato a Diario Enfermero cómo preparaba el EIR. Se levantaba, se duchaba, desayunaba un Colacao con pan tostado y se sentaba en la mesa del salón a estudiar. Sólo descansaba a mediodía para comer. Ahora, una vez realizado el examen reconoce que no se le ha dado muy bien. “Era un examen, a mi parecer, bastante difícil. Muy largo y con preguntas bastante atípicas como por ejemplo, ¿qué red informática unía los ordenadores del hospital a distancia”, comenta. Miriam reconoce que tras ver estas preguntas quedó bloqueada ante preguntas que se sabía.
La suerte está echada. Ahora sólo queda esperar a que el día 15 de febrero se exhiban las plantillas con las respuestas correctas y a partir del 30 de marzo los resultados definitivos.
A. Gutiérrez / A. Almendros