Fidel Rodríguez se preguntaba en su ponencia si ¿son posibles los servicios de TeleSalud mediante las tecnologías de la información y la comunicación?. Aunque su conclusión era afirmativa, Rodríguez señalaba la necesidad “prototipar los servicios de telesalud. Hay muchos niveles de pacientes y de profesionales. La telesalud debe prestarse teniendo en cuenta la seguridad del paciente. Las apps de salud deben estar en la práctica profesional, pero cumpliendo los estándares de la asistencia sanitaria en cuanto a confidencialidad, y siempre con el respaldo de un profesional detrás”. Así, en el ámbito de la enfermería añadía que las aplicaciones son y deben ser una herramienta para el profesional, pero inmersas en su práctica científica. “Si el método enfermero desaparece de la práctica habitual no se estará utilizando bien la metodología”, añadía.
Para Fidel Rodríguez, estas apps han de ser creadas por especialistas de ambos mundos. “Las apps son una herramienta para profesionales y pacientes, no al revés. En ningún caso pueden sustituir al profesional. Pacientes y profesionales están acostumbrados a utilizar móviles, aplicaciones, redes sociales…, para el ocio, pero cuando hablamos de salud pueden permitirnos un control, pero no son un sustituto”. Sobre todo porque en este ámbito falta mucha regulación. “No estamos hablando de una normativa estricta, ha de ser genérica, pero sí que garantice la confidencialidad de los datos, la seguridad del paciente, la ética, las buenas prácticas profesionales…” Y es que como recordaba este experto, “las apps de salud no son ningún juego”.