La intervención llevada a cabo por el equipo multidisciplinar del Hospital Puerta de Hierro consiste en implantar células madre mesenquimales –que pueden dar origen a diferentes tipos de tejido- del propio paciente en el lugar exacto de la lesión medular. Esta técnica es personalizada para cada paciente ya que se realiza de acuerdo a las características en neuroimagen de cada lesión y se realiza en las instalaciones y por profesionales altamente cualificados del Hospital Puerta de Hierro.
El acto, inaugurado por Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid ha presentado los resultados del tratamiento en 12 pacientes que han formado parte del ensayo y que han visto aumentar su calidad de vida en unos parámetros que hace años eran difíciles de imaginar. “Este tratamiento es el resultado de una ilusión, de una esperanza” explica María del Pino, presidenta la de la Fundación Rafael del Pino, organización que junto a la Fundación Mapfre ha mantenido el soporte económico fundamental para el desarrollo de la línea de investigación.
Los resultados obtenidos tras este primer ensayo son “una puerta abierta. Lo que no podemos en estos momentos, seríamos insensatos, es hablar de curación de la lesión medular. Pero de lo que sí estamos seguros es de que con estas técnicas estamos logrando una mejoría significativa en la calidad de vida de los pacientes, los pacientes mejoran en su sensibilidad, recobran en cierto modo sus esfínteres, y algunos pacientes, incluso con muchos años de evolución, estamos viendo que se objetivan respuestas motoras en músculos que antes no se movían” revela Jesús Vaquero, director de la investigación y Neurocirujano del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda.
La enfermería en la terapia celular
La aplicación y seguimiento de este innovador tratamiento se lleva a cabo por un equipo multidisciplinar formado por todo tipo de personal sanitario. Una de las características principales del ensayo es la mejoría que observan los pacientes en el control de sus esfínteres y es aquí cuando el papel de la enfermera en este tratamiento se hace esencial “lo que nos ocupamos es de hacer los estudios urodinámicos, es decir, valorar la función de la vejiga en este caso en estos pacientes con lesiones medulares. En este ensayo hacemos un estudio previo a inyectar estas células madre, a los seis meses y al año y vamos valorando esos cambios, esa mejoría, que la hay. El aspecto en el que más han mejorado ha sido en la sensibilidad, vuelven a sentir esas ganas que desde que tuvieron la lesión habían dejado de sentir”, explica Rosario Serrano una de las enfermeras del equipo de urología del Hospital Puerta de Hierro que han participado en el ensayo. Del mismo modo, en la recuperación, el rol del fisioterapeuta es fundamental “el proceso ha sido evolutivo, hemos ido tratando a los pacientes según los hemos ido tratando. Al principio tenían poco control, poca fuerza y por eso hemos estado insistiendo en potenciar la elasticidad y estas capacidades y a medida ha ido ganando acción le hemos ido poniendo actividades más complejas,” ejemplifica Jesús Montilla, fisioterapeuta colaborador en el ensayo.
Esta terapia constituye un halo de esperanza para los más de 50.000 pacientes de paraplejia traumática que hay en nuestro país, ya que les abre la posibilidad de recuperar una movilidad perdida por la enfermedad. “Lo que nos da este proyecto es muchísima esperanza, sabemos que es lento, que es costoso y trabajoso pero lo importante es que siempre tengamos esperanza” cuenta emocionado José Ignacio Collado, uno de los doce pacientes de lesión medular que ha participado en este ensayo.
Marina Vieira