Su labor ha sido tan perfecta que hasta la presidenta saliente del CIE, Judith Shamian, y la nueva, Annette Kennedy, han reconocido que sin ellos nada habría sido lo mismo. “Enhorabuena por este gran congreso, los voluntarios, siempre sonriendo, iluminaron todos mis días en estas jornadas”, afirmó Kennedy durante su primer discurso como presidenta.
Tras estas palabras, la sala plenaria del CCIB en la Ciudad Condal se levantó y brindó un enorme aplauso para todos estos estudiantes que, con sus camisetas naranjas, han hecho del ICN 2017 un congreso inolvidable.
Ángel M. Gregoris