Los jóvenes enfermeros que demostraron públicamente su compromiso con la Deontología Profesional enfermera fueron Alejandro Etayo, Patricia García, Miren Itziar Icaza de Andrés, Leire Ipiña, Ane Llantada, Sonia Morales, Jon Andoni Navas cervantes, Ane Simón, Ander Utrilla y Eloísa Claudia Vargas, Jon Zurinaga.
La fórmula, en castellano, indica entre sus contenidos lo siguiente: “Ante vosotros me comprometo a dedicar mis esfuerzos a prestar cuidados de enfermería de calidad, y a colaborar en la promoción de la salud, en la prevención de la enfermedad, y a atender, rehabilitar e integrar socialmente a la persona enferma, de acuerdo con las normas del Código Deontológico de la Enfermería”.
En su fórmula de acatamiento, los enfermeros se comprometieron a “dedicar nuestros esfuerzos a prestar cuidados de enfermería de calidad, y a colaborar en la promoción de la salud, en la prevención de la enfermedad, y a atender, rehabilitar e integrar socialmente a la persona enferma”.
También hicieron referencia a “estudiar” e “investigar” para “engrandecer” la profesión enfermera, y asumieron el compromiso ético de “mantener en secreto toda la información sobre el paciente que haya llegado a nuestro conocimiento en la práctica de nuestra profesión”.
Tal y como señaló Ignacio González durante el acto, “una de las funciones que la ley establece para los colegios profesionales es, precisamente la de ordenar, en el ámbito de su competencia, la actividad profesional de los colegiados, velando por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares, y ejercer la facultad disciplinaria en el orden profesional y colegial”.
Así, hizo hincapié en la labor del Colegio “para ayudaros a desempeñar vuestro trabajo de un modo ético y basado en la excelencia profesional. Como bien sabéis, vamos a responder ante cualquier evidencia que ponga en peligro a nuestros pacientes o nuestros profesionales, desarrollando la ya mencionada facultad disciplinaria”.