El convenio tiene un amplio catálogo de compromisos que pasan tener en cuenta las características sociales, demográficas y económicas de Extremadura, donde solamente el 1% de la población no tiene la cobertura sanitaria a través del sistema sanitario público. Por tanto, ambas partes consideran necesario un pacto para proteger la cobertura pública del derecho a la salud. Dicha sostenibilidad, se dice en el convenio, debe ejercerse de una manera integral, lejos del criterio puramente economicista.
Se hace mención expresa a la colaboración en la prestación de los servicios de la profesión enfermera con el desarrollo de actuaciones en materia de formación, uso eficiente de recursos diagnósticos y terapéuticos o guías de actuación.
Las dos organizaciones reiteran su apuesta por una concepción integral de la salud, incluyendo y potenciando las actividades de promoción de la autonomía personal, promoción de la salud, prevención de la enfermedad, la rehabilitación, la investigación y la formación; así como por la equidad y superación de desigualdades territoriales y sociales en la prestación de los servicios, dando prioridad a la eficiencia social y a los colectivos más desfavorecidos. El objetivo es la igualdad efectiva en el acceso a la atención sanitaria.
Código Deontológico
El acuerdo también les compromete con el Código Deontológico de la Enfermería Española vigente, que establece como responsabilidad de la profesión Enfermera: la prevención de las enfermedades, el mantenimiento de la salud, la atención, rehabilitación e integración social del enfermo, la educación para la salud y la formación, administración e investigación en enfermería. Responsabilidades que inciden de forma directa en la eficiencia en la atención sanitaria a la población y que es un punto clave a tener en cuenta.
En definitiva, este Convenio Marco tiene por objeto velar por la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Extremadura, asegurando su carácter público y los principios de universalidad, equidad, solidaridad social e igualdad efectiva en el acceso a sus prestaciones que permitan la atención sanitaria pública a cualquier persona que la necesite, independientemente de sus circunstancias sociales o económicas.
Aprovechando que el día de al firma coincidía con la festividad del patrón de enfermería, San Juan de Dios, se nombró Colegiado de Honor al Consejero de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles Blanca. Para la presidenta del colegio cacereño “la implicación del consejero, ha contribuido de distintas maneras a fortalecer nuestra corporación, fomentando de manera activa las estrategias de actuación por él impulsadas, así como la excelencia en los cuidados de enfermería, en los ámbitos asistencial, docente e investigador, para una práctica profesional autónoma, ética y competente, como medio de garantizar la seguridad clínica de los pacientes; con profundo respeto hacia la profesión de enfermería y hacia este Colegio en todo momento y ocasión… todo ello hace que sea merecedor de ser nombrado Colegiado de Honor 2018 del Ilustre Colegio de Enfermería de Cáceres”.
En el acto que contó con numerosas autoridades sanitarias, entre ellas la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado del Campo, y la vicepresidenta del Consejo General de Enfermería, Pilar Fernández, se rindió un entrañable homenaje a la colegiación jubilada en el último año. También se reconoció la labor de quienes llevan 25 años en el Colegio.
Tras la entrega de estatuillas a la colegiación jubilada, intervino Pilar Fernández Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España que destacó sobre el Consejero dos aspectos “sabe que los sanitarios han soportado sobre sus hombros el peso del sistema en los peores años de crisis que hemos vivido y que es el momento de aflojar esa presión y que la Administración sepa reconocer la entrega de sus trabajadores, una labor vocacional, silenciosa y abnegada que no se puede llevar al límite”.
Y añadió “creo que es plenamente consciente del papel de los colegios profesionales si se quiere apostar por una enfermería formada y preparada para liderar los cuidados. No hablamos sólo de la parte asistencial, sino la gestión de un terreno en el que las enfermeras son las expertas. Aunque algunas personas no quieran enterarse, y obviamente no están entre los presentes, diré muy clarito que la enfermera ya no es la ayudante del médico. La enfermería es una profesión autónoma, con una formación de Grado, con especialidades -aunque no haya habido voluntad política para desarrollarlas, con cada vez más enfermeros y enfermeras cursando máster y doctorado o publicando trabajos de investigación de primer nivel”.
Por su parte, el Consejero José María Vergeles dijo aceptarlo gustoso y acogió el nombramiento “agradecido, orgulloso y con cierto complejo con ‘mayúsculas’ porque tras él está el reconocimiento y compromiso con una profesión completa y compleja como es la Enfermería”. Una Profesión que señaló, (haciendo un guiño al Día Internacional de la Mujer), “si no se defiende desde el feminismo, es difícil que se entienda”. Y al despedirse, insistió “gracias por acogerme en una Profesión que espero defender en todos los ámbitos, de todo corazón”.