Los enfermeros que participan en las labores de rescate de estas catástrofes se exponen durante largas jornadas a una situación tan excepcional que les puede acarrear problemas psicológicos porque su mente no acepta la intensidad de lo que ha presenciado. “Lo que es más necesario en todos los casos es formar y entrenar al personal de enfermería para enfrentarse a estas circunstancias y no hacer llamamientos para que vaya quien quiera porque es un error”, resalta Megías.
"Es fundamental formar al personal"
En esta misma línea, Manuel Benito, del departamento de Enfermería de la Universidad de Sevilla, subraya que, además, la preparación previa es “fundamental para una mejora en la atención de las víctimas”.
Tras exponerse a estas tragedias, los profesionales de enfermería pueden desarrollar el mismo proceso patológico que desarrollan los afectados directos y con la misma gravedad. “Incorporar a tu vida una situación así, para la que no suele existir experiencia previa, es muy complicado. Problemas de angustia o de sueño, por ejemplo, pueden venir porque la mente no acepta la intensidad de lo que hemos presenciado”, manifiesta Megías.
Durante el XVI Congreso Mundial de Psiquiatría que se ha celebrado en Madrid, Patricia Villavicencio, psicóloga clínica, e Isabel Ramos, psiquiatra, han subrayado que “hasta un 10% de los individuos que asiste en una tragedia presentará una respuesta adaptada y proporcional al suceso, mientras que un 15% podrían experimentar síntomas de forma inmediata tras el acontecimiento tales como desorientación, problemas con el sueño o vivencia reiterada de las imágenes”. En el resto de casos, la vulnerabilidad para sufrir problemas en los meses o años posteriores al drama, “puede venir determinada por otros factores como la exposición a nuevos acontecimientos traumáticos”, han manifestado las expertas.
Villavicencio ha resaltado que “durante años, la salud mental de los intervinientes en catástrofes ha recibido una atención muy escasa, lo que puede repercutir negativamente en su labor de ayuda y rescate”.
En el caso de padecer algún trastorno psicológico tras exponerse a una de estas tragedias, se puede superar, en ocasiones, autogestionando las emociones o con ayuda de profesionales. “Hablar de lo sucedido o escribirlo, evitar los factores estresantes, no huir de la tragedia y no apagar el telediario es lo que deben hacer los enfermeros para incorporar lo sucedido a sus vidas y evitar que se enquiste”, recomienda Megías.
Ángel M. Gregoris