Actualmente, las causas del trastorno se desconocen, pero se sabe que su origen es multicausal, con un fuerte componente biológico referido a los niveles de ciertos neurotransmisores. Además del origen del trastorno, “es importante conocer los desencadenantes de las posibles descompensaciones, que tienen que ver con la falta de autocuidado y con factores estresantes”, tal y como explica Megías.
En el marco del XVI Congreso Mundial de Psiquiatría, celebrado en Madrid, Eduardo Vieta, jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, ha subrayado que en la sociedad hay mucha confusión en cuanto al trastorno bipolar y tiende a confundirse con la depresión. “Las personas con esta patología no tienen problemas en su mente, tienen un problema físico en su cerebro que les hace cambiar, fuera de su voluntad, de estado de ánimo en muy poco tiempo”, ha explicado Vieta. Asimismo, ha resaltado que “aunque es una enfermedad muy desconocida, es más prevalente que otras enfermedades físicas como el sida o la esclerosis múltiple u otras psíquicas como la esquizofrenia”.
Los enfermeros, esenciales en el cuidado del trastorno
El trastorno bipolar es crónico y se debe tratar con estabilizadores del estado del ánimo, pero, además, el papel de los enfermeros “es esencial porque tienen que ejercer como coordinadores de los cuidados que van a acompañar al paciente a lo largo de toda su vida, procurando mantener el autocuidado o rehabilitarlo cuando este tienda a deteriorarse”, manifiesta Francisco Megías. Para él, que también es miembro de la Asociación Nacional de Enfermería en Salud Mental, los enfermeros deben actuar durante los momentos de descompensación, tanto por exceso de ánimo (manía) como por falta (depresión), y los cuidados que tienen que poner en práctica “van a ir dirigidos al control de síntomas y sobre todo a retomar una rutina de autocuidado que permita a la mente organizarse en tiempo y espacio para así contribuir a la recuperación”.
Aparte de estos cuidados y de la medicación que deben tomar estos enfermos, los investigadores están buscando avanzar en el ámbito de la medicina personalizada para cada uno de los pacientes, según ha constatado Vieta en el congreso. Megías también destaca que la clave para la mejor evolución del trastorno es la medicación, pero especifica que la combinación de este tratamiento con un control de los agentes estresantes de la vida diaria, permite un buen pronóstico del paciente.
Ángel M. Gregoris