Según los datos del estudio, la mayor parte de las agresiones se debe a la frustración de los pacientes y sus familiares de no ver satisfechas sus expectativas de atención del personal sanitario en cuanto a tiempos y pruebas diagnósticas. En el 27% la causa de la agresión fue el desacuerdo en valoraciones o diagnósticos, y el 12% por la no aceptación por parte del personal sanitario de demandas específicas de los pacientes. Un 51% de los incidentes se produjeron en servicios de urgencias, un 33,5% en centros de atención primaria y un 15% en plantas de hospitalización. Por último, es llamativo señalar que de los enfermeros que sufren agresiones físicas en España sólo entre un 4% y un 5% presentan denuncia.
El Colegio de Enfermería de Cádiz se ha puesto en contacto con los profesionales agredidos mostrándole su apoyo y solidaridad, ha trasladado el caso a los servicios jurídicos de la institución colegial y ha anunciado que si fuera necesario se personará como acusación particular en este caso contra el presunto autor de los hechos. Su presidente, Rafael Campos, ha recordado que en la actualidad las agresiones al personal sanitario están tipificadas como delito, ya que el Tribunal Supremo sentó jurisprudencia en el año 2007 tratando esta situación como desacato y atentado contra la autoridad.
Campos ha transmitido su gran preocupación ante este tipo de situaciones “cada vez más frecuentes sobre los profesionales sanitarios en general y más aún sobre los enfermeros porque son quiénes están más tiempo en contacto con los pacientes”. Además, ha recordado que existe un protocolo que se activa en el momento de recibir la notificación de una agresión física o verbal y ha insistido en la necesidad e importancia de que se comuniquen estos hechos para su posterior denuncia y la toma de medidas que fuera necesaria.
Ana Muñoz