La enfermería navarra lamenta que su gobierno no cuente con ellos en los procedimientos frente al ébola

La Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra lamenta que no se haya contado con la participación de las enfermeras en el diseño de los procedimientos para la atención a pacientes que puedan estar infectados con el virus del Ébola. En este sentido, el colegio ha ofrecido al Gobierno de Navarra su colaboración para elaborar el nuevo protocolo, cometido para el que propone la participación de profesionales de Enfermería que vayan a realizar labores asistenciales en caso de pacientes con ébola.

Por tanto, el colegio considera erróneo, además de poco práctico, que el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra no tenga en cuenta a la hora de elaborar estas recomendaciones, el conocimiento y la experiencia de los profesionales que más tiempo están con la persona ingresada durante su tratamiento y, por tanto, mejor saben de las características específicas de la atención del paciente infeccioso. De hecho, el órgano colegiado recuerda que durante el tiempo de ingreso de uno de los misioneros infectados en el Hospital Carlos III, de las 108 intervenciones del personal sanitario que se llevaron a cabo, 102 fueron realizadas por enfermeras y auxiliares. Por ello, el personal del área de Enfermería es el que más riesgo corre y mejor conoce los dispositivos de barrera para el manejo de este tipo de paciente.

Si bien parecen existir pocas posibilidades de una nueva transmisión del virus del Ébola en nuestro país, el Colegio de Enfermería de Navarra advierte que es previsible la aparición de nuevas alertas sanitarias relacionadas con este virus.

Precisamente, el órgano que representa a la enfermería navarra quiere evitar situaciones de riesgo como las vividas el pasado 11 de septiembre, cuando un paciente con un posible caso de ébola fue ingresado en la 5º planta general del Complejo Hospitalario de Navarra-B, correspondiente al Servicio de Neumología. Contrariamente a lo que han afirmado distintas autoridades sanitarias, el personal del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea no estaba completamente preparado entonces para atender con garantías de seguridad un caso de estas características, pues el equipo de enfermería tan sólo había leído el protocolo que ahora va a ser modificado. Además, varios de los elementos de protección resultaban insuficientes para un virus de este tipo: mascarillas quirúrgicas convencionales que sólo protegen al paciente, batas semipermeables y abiertas, guantes cortos, gorros de papel y calzas convencionales. Por otro lado, no se establecieron barreras físicas de aislamiento respecto al resto de pacientes y, en al menos uno de los turnos, no hubo una enfermera dedicada en exclusiva al paciente con posible ébola, sino que atendió también a otros ingresados en la misma planta.

Por último, el colegio confía en el plan de formación sobre el protocolo del ébola que va a poner en marcha el Gobierno de Navarra, si bien está convencido de que se vería enriquecido, y por tanto resultaría más eficaz, si contara con las aportaciones de la Enfermería como profesionales directamente implicados en el cuidado del paciente.

 

Javier Irurtia

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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