La Red Europea además ha analizado el déficit de profesionales que afecta a todo el continente y el aumento de agresiones a enfermeras -especialmente psicológicas y a mujeres- que tras la pandemia por COVID-19 han aumentado de forma exponencial.
Los más de 70 representantes internacionales han trazado diferentes estrategias que proponen niveles seguros de dotación de personal y para garantizar un desarrollo profesional continuo que acelere los procedimientos de reconocimiento e impulse la movilidad de las enfermeras.