“La oxigenoterapia se basa en cuatro pilares: que la indicación sea correcta, que el flujo sea adecuado, que corrija la hipoxemia y que mínimo lo tengan puesto 15 horas al día. Cuando comenzamos a trabajar en el hospital con esto nos dimos cuenta de que había un incumplimiento del tratamiento superior al 60% y nos llamó mucho la atención que habiendo tanta evidencia científica de que es muy beneficioso, hubiera tan bajo cumplimiento”, afirma María Luisa Rodríguez, enfermera de neumología del centro.
Por este motivo, un equipo multidisciplinar del hospital se ha puesto manos a la obra para conseguir mejorar estos datos. Así, una vez al mes, los pacientes y sus cuidadores principales acuden a una reunión grupal en la que se habla del tratamiento y se dan pautas y consejos para mejorar su calidad de vida. “Esta terapia grupal aporta muchos beneficios porque en el mismo tiempo que educarías a un paciente, lo haces con 15, y además invitas a la familia para que conozca más el problema”, destaca la enfermera.
Educación para la salud
Para ella, las enfermeras tienen mucho que decir en este tema porque “la educación para la salud es algo que sabemos hacer, que podemos hacer y que tenemos que querer hacer”. Asimismo, Rodríguez resalta la importancia de que acudan los familiares o cuidadores principales a estos talleres porque “incluirles dentro de todo lo que les explicamos es primordial y deben saber lo mismo que los pacientes para formar parte de la recuperación”.
Durante estas reuniones los pacientes y familiares deben explicarnos cuál es la razón de que no se adhieran al tratamiento, cuáles son sus problemas, qué dificultades tienen a la hora de ponerlo en práctica…
Rodriguez considera que para la enfermería es una de las tareas más bonitas y satisfactorias porque “te das cuenta de que realmente sirve para algo”. Gracias a estas sesiones grupales muchas de las dudas de los pacientes se las van solucionando ellos mismos. “Una de las cosas que más les preocupa es el ruido que hace el concentrador de oxígeno y los cables por el suelo.
Entre todos se cuentan sus ideas y estas les sirven a ellos, pero también a nosotros porque nos desvelan muchos problemas que tienen y no nos planteamos”, puntualiza la enfermera.
Además, Rodríguez ha puesto de manifiesto la labor del paciente experto, que es “alguien que ha pasado por todas las fases y explica delante del resto cómo afrontar la situación”.
Ángel M. Gregoris