Entre otras conclusiones, Cortés y Samper resaltaron que el 90,6% de las enfermeras se ven capaces de prescribir, así como el 54,8% creen que es necesario un curso de acreditación. Asimismo, entre los encuestados, el 74% reconocía haber prescrito alguna vez, mayormente productos sanitarios (362), algunos fármacos (287) y productos ortopédicos (106).
La investigación también constata que una prescripción enfermera bien regulada aumentaría la calidad asistencial y beneficiaría al paciente. Aunque la norma ahora deja a las enfermeras desamparadas, la investigación constata que el 84,4% de las participantes creen que las enfermeras españolas prescriben a pesar del RD de prescripción y el 69,3% tiene fe en que se modificará este decreto.
Esta investigación pone de manifiesto lo que el Consejo General de Enfermería viene reclamando desde hace años y que con la aprobación del RD se vio como el Gobierno del PP a espaldas de la profesión aprobaba un texto diferente al que se había consensuado en un momento. Entre los encuestados, la mayoría cree que es la Organización Colegial la institución legitimada para negociar este asunto ante las administraciones.
“Es fundamental que la enfermería española se muestre unida en este y en otros temas que son de gran importancia para nuestra profesión. Todo avance profesional es un triunfo de nuestro colectivo, un colectivo que debería estar aún más receptivo a demandar mejoras en nuestro ámbito profesional. La prescripción enfermera sería un ejemplo de la visualización que demanda y precisa nuestra profesión. Las enfermeras estamos preparadas para prescribir aquello que necesitamos para el ejercicio de nuestra profesión”, afirma Albert Cortés.
Ángel M. Gregoris