Para unificar criterios y mejorar los cuidados de enfermería del paciente fumador con trastorno bipolar previamente realizaron un estudio multicéntrico, abierto y longitudinal de 18 meses (6 meses de recogida de datos y 12 meses de seguimiento), en pacientes con Trastorno Bipolar estabilizado. Como explica Francisco Javier Montiel López, autor principal de la comunicación, desarrollaron “una intervención breve mediante una entrevista motivacional y consejo mínimo de salud basada en las intervenciones enfermeras de la clase de terapia conductual”.
Para seleccionar la intervención de enfermería adecuada del individuo ante el problema del tabaquismo, se realizó una valoración del nivel motivacional para el cambio, siguiendo el modelo transteórico de Prochaska y Diclemente que describe las etapas por las que pasan los sujetos a la hora de realizar un cambio. Asimismo, se identificó la autopercepción del deseo de abandono y autoeficacia, previa a la Intervención Breve en pacientes fumadores con trastorno bipolar y otra posterior a la Intervención, para la evaluación del proceso de enfermería.
“A continuación desarrollamos el plan de cuidados con diagnóstico NANDA, intervenciones NIC y resultados esperables NOC para utilizar en estos pacientes cuando se enfrentan al proceso de dejar de fumar”, señala Montiel. “Los planes de cuidados estandarizados son una valiosa guía fundamentada en la EBE (Enfermería basada en la Evidencia) y en la experiencia profesional. Su utilización facilita la orientación de los cuidados de enfermería, unificando criterios de actuación y mejora la calidad asistencial”, finaliza este enfermero jienense.
Junto a Francisco Javier Montiel ha colaborado en la elaboración del plan de cuidados los enfermeros María Josefa Sánchez Cabanillas, María Dolores Sánchez Martínez, Francisca Valdivia Romero y María José Jaén Moreno.
Gema Romero