“Campamentos y colonias suelen tener lugar en localidades pequeñas, a veces alejadas de núcleos urbanos y las actividades físicas y lúdicas que se llevan a cabo no están exentas de riesgo, desde pequeños cortes o traumatismos a picaduras o intoxicaciones. Para padres y monitores, la presencia permanente de un profesional de enfermería significaría que los menores están más seguros. Sin embargo, sólo en los campamentos con niños que sufren alguna patología se suele contar con esta figura. Por desgracia, no es la primera vez que un menor sufre un grave accidente –o incluso pierde la vida- por una causa evitable. La elevada prevalencia del asma infantil, las alergias o intolerancia o dolencias crónicas como la diabetes requieren de un control riguroso por parte de un profesional”, afirma Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería.
El Consejo General de Enfermería y la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud (EICS) han elaborado un listado de recomendaciones para padres, profesores, monitores y niños –que también sirve de apoyo y refuerzo para el personal sanitario- de cara a que los campamentos de verano se lleven a cabo con seguridad y con la acción y reacción necesarias ante los problemas y accidentes que pudieran surgir. Alejandro Blanco Aoiz, enfermero y profesor de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud experto en Urgencias y Emergencias, recomienda a monitores, padres y personal sanitario de los campamentos de verano tener en cuenta las siguientes observaciones:
- Debemos contar con protecciones adecuadas (casco, rodilleras, coderas…) a cada actividad para prever heridas y traumatismos. Como es inevitable que los niños se hagan heridas, es esencial lavarlas con agua y jabón. También recomienda a monitores o padres observar la gravedad de la herida y si se considera de importancia o se ve infectada debemos acudir a la enfermera para que nos oriente en el tratamiento adecuado.
- Tenemos que potenciar los periodos de descanso de los niños. Al haber más horas de luz, a veces se tiende a llenar de actividades todas las horas del día y eso genera cansancio excesivo en los niños. El descanso debe ser tanto físico como mental.
- Las piscinas y las playas, en España, forman parte de las actividades más frecuentes en las vacaciones y, por supuesto, suelen estar presentes en los campamentos de verano. Tenemos que estar seguros de que nuestros hijos a nadan perfectamente y asegurarnos de que esté siempre vigilado por un adulto. También se recuerda que si va a realizar deportes náuticos, no debemos olvidar su chaleco de flotación.
- El calor y el sol son los grandes protagonistas del periodo estival. Por lo que debemos proteger a nuestros hijos del sol con gorras, camisetas finas de manga larga y por supuesto crema solar de la más alta protección. El enfermero recomienda elegir bien la crema y consultar a la enfermera del campamento si no se tiene información para comparar entre productos.
- No debemos olvidar que los niños tienen menos reservas de agua. Por lo que es esencial enseñarles a hidratarse de manera asidua. También es importante aumenta las comidas frescas y ricas en agua (gazpacho, ensaladas, frutas…) y proporcionarles siempre una botella de agua en la mochila.
- No tenemos que descuidar la seguridad en los desplazamientos, para ello debemos utilizar sillas adecuadas al peso de los niños y concienciarles de que son imprescindibles a la hora de subirse al coche.
- Las picaduras de insectos son muy frecuentes y prevenirlas es muy sencillo. Es esencial contar con un repelente pediátrico y para reducir la envergadura de la picadura aplicar frío local o en su defecto alguna crema para niños. Redacción