“Tras la detención -cuenta Pérez-, subieron al apartamento y se llevaron los teléfonos móviles y el ordenador”. La mujer asegura que esta detención se debe a la lucha de su marido por la enfermería. “Él lo único que hace es pedir que los hospitales tengan con qué atender a los pacientes. Luchar por un gremio no es un delito, necesitamos un cambio para Venezuela”, apunta Pérez, muy afectada y pidiendo la libertad de Julio García. David Torrealba, vicepresidente del Colegio de Enfermeros de Carabobo, resalta que sabían que algo de esto iba a pasar y se estaban preparando.
Asimismo, comenta que ya se ha puesto en contacto con el Foro Penal para que asuman la defensa de Julio García. “En estos momentos debemos tener una gran serenidad, llenarnos de un espíritu de lucha, de fortaleza y de contundencia democrática. Tenemos que hacer énfasis en nuestros mensajes de lo que ha sido Julio García desde el punto de vista de las luchas gremiales y reivindicativas de los trabajadores del estado de Carabobo y de Venezuela, especialmente para los de la salud”, pide Torrealba a sus compañeros enfermeros. Desde el Consejo General de Enfermería se están poniendo todos los mecanismos posibles para evitar que esta situación perdure y el presidente de la institución, Máximo González Jurado, ha vuelto a denunciar esta vulneración de derechos de los profesionales ante el Consejo Internacional de Enfermeras.Por su parte, la Federación Panamericana de Profesionales de Enfermería ha realizado una declaración, firmada por todos los estados miembros, en la que se exige a la máxima autoridad de Venezuela que “el presidente del colegio quede libre y que se cumplan los tratados internacionales de derechos humanos y la libertad de todos los enfermeros”.
Redacción