Según se cita en el acuerdo, se busca aplicar “modos de actuar respecto al proceso de atención a los pacientes con enfermedad mental, tanto a nivel ambulatorio, con equipos de salud mental y dispositivos de carácter comunitario, como a nivel hospitalario”. Otro de los objetivos de la “alianza” es establecer “la convergencia de las actividades asistenciales, investigadoras y docentes.”
El Colegio teme que detrás de la palabra “alianza” se quieran ocultar otros intereses que puedan perjudicar a los pacientes y a los profesionales de enfermería, ante lo que puede suponer un cambio en el entorno y condiciones en las que ejercen las enfermeras. Además de la incertidumbre ocasionada por un cambio de modelo.
Por otra parte, el Colegio quiere recordar que el director de la Unidad de Gestión Clínica de Salud mental de Zamora y ahora coordinador de la nueva unidad de salud mental, forma parte de la Fundación INTRAS que presta asistencia a personas con enfermedad mental precisamente en Valladolid y Zamora, lo que supone un claro conflicto de intereses, que podrían perjudicar a los pacientes y al sistema de salud.
Para las enfermeras que forman parte de la Unidad de Salud mental del Río Hortega también implica verse afectadas en su desempeño profesional por una situación que podría generar arbitrariedades en pos de intereses personales. De hecho, por lo que ha podido conocer este Colegio, en Zamora movilizan a profesionales de Sacyl a la Fundación INTRAS para realizar actividades que no corresponden a sus competencias profesionales.
Como Colegio profesional no podemos consentir que se desprestigie a nuestra profesión con actuaciones de este tipo.
Por último, el Colegio recuerda que por lo que sabe de la experiencia de Zamora, este tipo de organización sanitaria no genera una mejora en la calidad de la atención de los pacientes.