Carmen Neri, enfermera en el servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de A Coruña ha descrito la microbiota, cómo se modifica a lo largo de nuestro ciclo vital y cómo favorecer su regeneración. Como afirmaba Neri, “la microbiota es un ecosistema impresionante, que cambia y se modificar con la edad”. Así ha revisado su evolución y cómo favorecer su recuperación cuando se produce el desequilibrio.
Entre los aspectos más interesantes de su ponencia el trasplante de materia fecal y una recomendación especial para las enfermeras: “debemos prescribir prebióticos y probióticos, eso podemos hacerlo, y con ello lograremos una mejora significativa en la salud de nuestros pacientes, mejorar su microbiota”, ha señalado.
El yogur, un gran aliado
Marilourdes de Torres, enfermera experta en nutrición del Consejo General de Enfermería, ha analizado el desarrollo del metabolismo de la lactos y cómo se produce la intolerancia a la lcosa. “Hoy en día está muy de moda el que la gente, sin ninguna valoración sanitaria, decide por su cuenta autodiagnosticarse una intolerancia y elimina de su dieta los lácteos”. Para De Torres eso es un grave error, porque “la elección de alimentos que preveen la cantidad de calorías adecuada para cada individuo es fundamental en la planificación de una dieta saludable”.
A este respecto ha puesto de manifiesto que el yogur es “un alimento nutricionalmente denso que, además de ayudar a conseguir la ingesta recomendada diaria de lácteos, facilita una mayor ingesta de nutrientes esenciales sin aportar un exceso de calorías”.
Así, “estudios recientes han demostrado que los consumidores de yogur tienen una mejor calidad de la dieta y son mejores cumplidores de las pautas dietéticas. Es más, el consumo de yogur parece ser un buen marcador de algunos otros estilos de vida saludables”, ha explicado Mercedes López-Pardo Martínez, enfermera especializada en nutrición y dietética del hospital Reina Sofía de Córdoba.
Gema Romero