Así, la VMNI, a través de un flujo generado por una turbina/respirador, logra la presión positiva en el paciente al ceñir una interfaz a la superficie facial. En este sentido, la enfermería debe valorar, diagnosticar y planificar los objetivos e intervenciones con el fin de preservar la dermis y la epidermis de lesiones, evaluando de manera periódica los resultados obtenidos y adaptando sus cuidados a las nuevas necesidades del paciente.
El enfermero David Peña Otero ha realizado su tesis doctoral sobre los cuidados de enfermería en el paciente crítico con VMNI y ha resaltado la necesidad de cambio, realizando la propuesta de modificación en las actividades en dos de las intervenciones descritas en la clasificación normalizada de Enfermería -NIC-: Manejo de la ventilación mecánica: prevención de la neumonía y Manejo de la ventilación mecánica: no invasiva.
La investigación surgió porque a raíz del año 2007 en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid) se abrió el Área Dependencia Alta, integrada en el Departamento de Urgencias y Cuidados Críticos a fin de dar respuesta a la necesidad de cuidados de alta complejidad y sin necesidad de ocupar un área de críticos. “Es una unidad intermedia donde la VMNI es nuestro procedimiento fundamental. Es una unidad pionera y con un equipo multidisciplinar muy motivado a fin de otorgar cuidados integrales. La falta de evidencia en los procedimientos nos llevó a investigar”, afirma Peña, que con esta tesis quiso dar respuesta a cómo se deben realizar los cuidados de enfermería durante el complejo manejo del paciente crítico que precisa VMNI.
Para él, la enfermería es el pilar fundamental de una buena ventilación, ya que para que esto suceda debe existir adaptación entre el usuario y el respirador. “La adaptación se logra con una correcta adherencia al procedimiento basada en el confort, la higiene, el control de la ansiedad, la adecuación-progresión en parámetros/interfaz, la explicación del procedimiento y su objetivo, etc.”, destaca el enfermero.
Ángel M. Gregoris